miércoles, 21 de julio de 2010

LA FUNCIÓN

Era un día 3 de mayo de hace casi 100 años, en Zagra ocurrió un hecho singular. El pueblo llevaba varios años sufriendo una dura sequía y los campos necesitaban agua urgentemente. Los vecinos angustiados tomaron la decisión de pedir el agua tan deseada a los Santos y salieron en procesión. Llevaron al Nazareno y a la Virgen de los Dolores a un paraje conocido como "Las Eras" y allí, hombres, mujeres y niños rezaron y pidieron que la lluvia regara aquellas tierras sedientas.
De vuelta a la Iglesia, a mitad del camino, el cielo se oscureció y comenzó a llover. Hubo que aligerar el paso para no empaparse y sobre todo para proteger a los Santos. Cerca de allí había una fábrica de aceite, que hoy en día es de pan y ese recinto sirvió de cobijo para resguardarse de la lluvia.
La alegría de aquellas gentes fue enorme pues sus plegarias habían sido escuchadas y cumplidas de inmediato. Desde entonces Zagra se celebran cuatro días de fiesta para recordar aquel acontecimiento y se vuelve a repetir la procesión.
Antiguamente el pueblo se engalanaba para salir a la calle y recibir a los numerosos forasteros que asistían a las fiestas.
La calle Real era un hervidero de gentes que paseaban y se paraban a comprar en los puestos que había.
Las muchachas bordaban las cintas que luego se corrían a caballo y por la noche se celebraba la verbena.

Aportción de Felisa Carvajal Espinar

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