miércoles, 14 de julio de 2010

LA JOVEN DESPECHADA

Con la edad de quince años yo me vi ciega de amor, que el hombre que yo más quería traicionero me salio.

Un domingo por la tarde con otra se paseaba con un puñal de do filos la vida yo le quitaba.

Yo me fui para la urgencia y para el juez de instrucción y al rato de estar allí me toman declaración.

Si señor yo lo he matado, la culpa la tubo el que cuando me vio perdida se fue con otra mujer.

Me metieron en una celda sin sentir ruidos de coches, sin saber cuando era de día y menos cuando era de noche.

Solo por un pajarillo que allí a la reja venia, cuando cantaba era de noche cuando dormía era de día.

Pajarillo tu que vuelas alrededor de la audiencia dime si has podido leer el papel de mi sentencia.

No señora no lo he leído ni tan poco se cual es si la suya es larga la debe de comprender.

Un rosal cría una rosa, una maceta un clavel y un padre cría a una hija sin saber para quien va a ser.

Si sera para un verdugo o para un hombre de bien.



Texto recogido por Antonia Guerrero Sorlózano.

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